El día primero al despuntar el alba María Magdalena corre al encuentro de los discípulos a dar la noticia, Pedro y Juan corren también en dirección al sepulcro, la piedra ya no está, no hay signos de muerte sino de vida; la piedra ya no pesa, porque la muerte ha sido vencida. !Ha Resucitado! (Jn 20, 1-9).
Más de dos mil años después nuevos apóstoles reproducen la gran noticia, hoy con medios cada vez más sofisticados que permiten alcanzar hasta los ínfimos rincones de esa, cada vez más pequeña, aldea global de Mcluhan.
Si el primer anuncio se hizo de persona a persona, hoy es innegable que las comunicaciones con el espectro de los medios humanos y técnicos, son un poderoso instrumento de evangelización. Nuevas Magdalenas, Pedros y Juanes desde la radio, televisión, redes sociales y nuevas tecnologías de información y comunicación, doblan las campanas digitales por la Vida Nueva que trasciende la oscuridad de la muerte.
Los medios más modernos y eficaces se hacen parte en la evangelización, es más, si evangelizar es comunicar entonces los medios de comunicación representan los nuevos púlpitos desde donde cada comunicador pregona la gran noticia de la Resurrección.
Comunicación y Evangelización van de la mano en los nuevos areópagos del mundo moderno y los nuevos apóstoles, alimentados con la Palabra, dan cuenta de aquello que han visto y creido. Para el comunicador evangelizar es un desafío que le exige dar cuenta de aquello en lo que cree y vive; la convicción y credibilidad son un imperativo en el anuncio, más aún, en un tiempo tan propenso a la indiferencia y multicultural como el nuestro, dice el papa Francisco, la llamada a hablar con el corazón debe interpelar e interpelarnos radicalmente (JMCS 2023).
Con un mensaje de vida evangelizamos comunicando fe, esperanza y el amor de Dios, que lleve un poco de alivio a un mundo cargado de sufrimientos y signos de muerte. El Dios de la Vida nos mueve a comunicar esperanza de un mundo mejor, como testigos de la Resurrección llevamos un tesoro en vasijas de barro, solo la fuerza de Dios nos sostiene e impulsa. Cristo Vive!
Autor: Pbro.Luis Neira R,ssp.
Editorial San Pablo – Argentina