En octubre, la Iglesia del Perú recuerda al Señor de los Milagros y lo conmemora de manera especial el 28 de este mes.
EN EL SIGLO XVII, EN LIMA (PERÚ), UN HOMBRE PINTÓ EN UNA PARED LA IMAGEN DE CRISTO CRUCIFICADO. POSTERIORMENTE, EN 1655, UN TERREMOTO SACUDIÓ LA CIUDAD DERRUMBANDO MUCHOS EDIFICIOS, PERO EL MURO DE ADOBE, DONDE ESTABA LA IMAGEN PERMANECIÓ EN PIE.
Años después, Antonio de León de la Parroquia de San Sebastián encontraría la imagen y comenzaría a venerarla. El devoto fue curado de un tumor maligno, que le producía terribles dolores de cabeza, cuando se lo pidió a Cristo ante su imagen. Él se volvió un gran propagador de la devoción y el lugar se convirtió en espacio de oración, donde más adelante se inició el Monasterio de las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas.
El amor por el “Cristo moreno” ha llegado hasta nuestros días y se le rinde culto en varios países del mundo.